En el Festival del Qixi, me organicé una "fiesta de un solo hombre" en casa. 
Las luces decorativas iluminan, mientras en la cocina hiervo mi pasta favorita y suena una lista de reproducción de canciones suaves. Me sirvo una copa de vino tinto y brindo diciendo: "¡Buen trabajo, por el yo más esforzado!" 
Alguien me preguntó, ¿no es solitario pasar el Qixi siendo soltero? En realidad no, porque ya he aprendido a convivir conmigo mismo. La soledad es solo una definición externa, y prefiero llamarlo "autoconvivencia". 
Al revisar el pasado, resulta que lo más romántico no es caminar por largas calles con alguien, sino que cuando estás solo, aún puedes hacer que la vida brille. 
El Qixi no es un recordatorio de la falta de amor, sino una celebración del amor propio. Espero poder ser siempre amable y firme, primero amarme bien a mí mismo, y luego esperar a que llegue el viento. #Gate广场七夕心意#