Peter Thiel: El astuto arquitecto detrás del auge de las criptomonedas

Vaya tela con Peter Thiel. Mientras todos andábamos despistados, este tío se ha convertido en el auténtico titiritero del mundo cripto. Y no es casualidad. Como uno de los "padrinos" de PayPal, Thiel siempre ha sabido cómo moverse para estar donde hay que estar.

Desde mi punto de vista, lo que más me jode es que mientras nosotros comprábamos migajas de Ethereum a precios desorbitados, este listo ya estaba posicionándose con BitMine, ahora el mayor poseedor corporativo de ETH del mundo. ¡Menudo zorro!

La verdad es que su trayectoria me resulta fascinante y a la vez irritante. Fundó Confinity, que luego se convirtió en PayPal, lo vendió por 1.500 millones y metió 500.000 dólares en Facebook cuando nadie daba un duro por la red social. ¿Resultado? Sacó más de 1.100 millones cuando Facebook salió a bolsa. Siempre un paso por delante, joder.

Y ahora con las criptos, igual. Mientras muchos todavía debatíamos si Bitcoin era una estafa o el futuro, Thiel ya estaba metiendo pasta a través de Founders Fund desde 2014. Vendieron antes del crash de 2022 y se embolsaron 1.800 millones. ¡1.800 millones! Y luego volvieron a comprar en verano de 2023 cuando los precios estaban por los suelos. Típica jugada de rico: comprar cuando hay sangre en las calles.

Lo más irónico es que Thiel siempre va de libertario y defensor del pequeño gobierno, pero bien que ha sabido aprovechar sus conexiones políticas. Apoyó a Trump en 2016 cuando toda Silicon Valley lo odiaba, metió 15 millones para impulsar a JD Vance (ahora vicepresidente) y otros 10 millones para Blake Masters. ¿Libertario? Más bien oportunista con muy buena visión para el poder.

Su última jugada ha sido BitMine, donde tiene un 9,1%. Ahora poseen 1,2 millones de ETH valorados en más de 5.000 millones. Mientras tú y yo celebramos haber comprado 0,5 ETH, estos ya están controlando el mercado.

No puedo evitar admirar su visión de negocio, pero tampoco puedo evitar pensar que el juego siempre ha estado amañado. Mientras nosotros entramos ahora, él ya está planeando su próxima jugada. Y seguro que será igual de lucrativa.