**Cazando la Tendencia Bajista: Mi Guía para No Ser Devorado por el Mercado**

¡Vaya día! Mientras miro mi cartera desplomarse, me puse a analizar qué demonios está pasando. Esta es mi experiencia personal identificando cuando el mercado se va al carajo. No soy ningún gurú, pero después de perder bastante dinero, algo he aprendido.

1. Altos y Bajos (HL y LL)

Cuando veo máximos cada vez más bajos (LH) y mínimos hundiéndose (LL), sé que estoy jodido. Los vendedores están masacrando a los compradores y yo suelo estar entre estos últimos.

2. Fibonacci, mi falso amigo

Esos niveles de retroceso del 61.8% y 50% me han engañado tantas veces... Pienso "aquí rebotará" y ¡bam! Sigue cayendo como una piedra.

3. Soportes que se rompen como galletas

Cada vez que un soporte importante se quiebra, me rompe también el corazón. Lo peor es ver cómo ese antiguo soporte se convierte en resistencia. Pura psicología del mercado jugando con mi dinero.

4. Canales descendentes

Ver el precio rebotando entre líneas paralelas hacia abajo es como ver una película de terror sabiendo que el protagonista morirá. Si rompe el canal hacia abajo, prepárate para más dolor.

5. Banderas traidoras

Esas pequeñas consolidaciones solo dan falsas esperanzas. Cuando el precio rompe hacia abajo tras una bandera bajista, siento como si el mercado se estuviera riendo de mí.

6. El volumen no miente

Cuando veo volumen alto en caídas y volumen bajo en pequeñas subidas, sé que no estoy solo en mi sufrimiento. Muchos están saliendo en estampida.

7. Medias móviles cayendo

Una media móvil descendente es como ver la sentencia de muerte de mi inversión. Si el precio se mantiene debajo, mejor ni mirar mi cartera.

8. El cruce de la muerte

Cuando la media corta cruza por debajo de la larga, es la señal para vender que siempre ignoro por terquedad. "Esta vez será diferente", me digo, y nunca lo es.

9. Ondas Elliott complicándome la vida

Tres ondas abajo (1,3,5) y dos correcciones (2,4)... ¿De verdad necesitamos complicarlo tanto? Pero funcionan, maldita sea.

Este mercado es despiadado y no le importan mis sentimientos. He aprendido estas lecciones a golpes en mi billetera. Utilizar estas herramientas juntas me ha salvado de algunas caídas, pero aún me cuesta vender cuando todo indica que debo hacerlo.

Y que nadie se equivoque: esto no es consejo financiero. Solo las confesiones de alguien que ha visto demasiados gráficos rojos últimamente.