¡Menuda tomadura de pelo es esta "reserva fraccionaria"! Estamos hablando de un sistema que permite a los bancos hacer magia con nuestro dinero. Y no hablo de magia buena, sino de esa que te deja con menos de lo que pensabas tener.
Lo que ocurre es simple y descarado: depositas tu dinero duramente ganado en el banco, y estos señores, con toda la cara del mundo, solo guardan una pequeña parte (¡a veces tan poco como el 3%!) y prestan el resto a otras personas. ¡El colmo es que tanto el banco como quien recibe el préstamo consideran ese dinero como suyo!
Cuando entendí esto, casi me caigo de espaldas. Es como si yo le prestara mi coche a un amigo, y de repente él piensa que es el dueño del vehículo mientras yo sigo creyendo que también es mío. ¡Una locura! Pero así funciona este sistema que "crea" dinero de la nada.
Este invento sueco de 1668 se ha extendido como una plaga. La idea era aparentemente "lógica": ¿para qué tener el dinero guardado pudiendo hacer más con él? Pero, seamos sinceros, lo que realmente ocurre es un enriquecimiento de los bancos a costa de nuestros ahorros.
Y lo más alucinante: cuando depositamos dinero, ¡ya no es nuestro! El banco se convierte en su propietario y nos da una "promesa" de que podremos acceder a él. Pero si todos fuéramos a retirar nuestro dinero a la vez... ¡boom! El banco quiebra porque solo tiene una fracción. Así ocurrió en la Gran Depresión, y podría volver a pasar.
Los defensores del sistema dicen que estimula la economía y el gasto. ¿En serio? Lo que realmente hace es crear un castillo de naipes basado en deuda y crédito, no en dinero real. Todo depende de nuestra confianza ciega en estos bancos y en un dinero fiduciario que no tiene respaldo tangible.
Por suerte, las criptomonedas ofrecen una alternativa real. Bitcoin, por ejemplo, funciona de forma completamente distinta: descentralizado, con límite de emisión y sin ningún banco central que pueda jugar con nuestro dinero. Es un sistema donde realmente somos dueños de nuestros fondos, no simples acreedores de un banco que juega al casino con nuestros ahorros.
La próxima vez que alguien te diga que los bancos "cuidan" tu dinero, recuerda: en realidad están multiplicándolo para su beneficio mientras tú asumes todos los riesgos.
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
La Gran Estafa Bancaria: El Sistema de Reserva Fraccionaria
¡Menuda tomadura de pelo es esta "reserva fraccionaria"! Estamos hablando de un sistema que permite a los bancos hacer magia con nuestro dinero. Y no hablo de magia buena, sino de esa que te deja con menos de lo que pensabas tener.
Lo que ocurre es simple y descarado: depositas tu dinero duramente ganado en el banco, y estos señores, con toda la cara del mundo, solo guardan una pequeña parte (¡a veces tan poco como el 3%!) y prestan el resto a otras personas. ¡El colmo es que tanto el banco como quien recibe el préstamo consideran ese dinero como suyo!
Cuando entendí esto, casi me caigo de espaldas. Es como si yo le prestara mi coche a un amigo, y de repente él piensa que es el dueño del vehículo mientras yo sigo creyendo que también es mío. ¡Una locura! Pero así funciona este sistema que "crea" dinero de la nada.
Este invento sueco de 1668 se ha extendido como una plaga. La idea era aparentemente "lógica": ¿para qué tener el dinero guardado pudiendo hacer más con él? Pero, seamos sinceros, lo que realmente ocurre es un enriquecimiento de los bancos a costa de nuestros ahorros.
Y lo más alucinante: cuando depositamos dinero, ¡ya no es nuestro! El banco se convierte en su propietario y nos da una "promesa" de que podremos acceder a él. Pero si todos fuéramos a retirar nuestro dinero a la vez... ¡boom! El banco quiebra porque solo tiene una fracción. Así ocurrió en la Gran Depresión, y podría volver a pasar.
Los defensores del sistema dicen que estimula la economía y el gasto. ¿En serio? Lo que realmente hace es crear un castillo de naipes basado en deuda y crédito, no en dinero real. Todo depende de nuestra confianza ciega en estos bancos y en un dinero fiduciario que no tiene respaldo tangible.
Por suerte, las criptomonedas ofrecen una alternativa real. Bitcoin, por ejemplo, funciona de forma completamente distinta: descentralizado, con límite de emisión y sin ningún banco central que pueda jugar con nuestro dinero. Es un sistema donde realmente somos dueños de nuestros fondos, no simples acreedores de un banco que juega al casino con nuestros ahorros.
La próxima vez que alguien te diga que los bancos "cuidan" tu dinero, recuerda: en realidad están multiplicándolo para su beneficio mientras tú asumes todos los riesgos.