Se calentaron los ánimos. Decidieron buscar juicio. El león resolvería.
En el claro del bosque, antes de llegar bien al trono real, el burro ya gritaba:
-"¡Su Alteza! ¿Verdad que la hierba es azul?".
El león lo miró.
"Sí, la hierba es azul".
El burro brincó de alegría.
-"¡El tigre me contradice! Castíguelo, por favor".
El rey pareció pensarlo un momento.
"El tigre tendrá 5 años de silencio".
El burro se fue saltando. Repetía sin cesar:
"¡La hierba es azul! ¡Azul!"
El tigre, algo confundido, miró al rey:
"Majestad... pero la hierba es verde, ¿no?"
El león asintió:
"Claro que es verde".
El tigre parpadeó, perplejo:
"¿Y entonces? ¿Por qué el castigo?"
El león se acomodó en su trono.
"No te castigo por el color. Te castigo porque alguien tan valiente e inteligente como tú pierde tiempo con un burro. Y encima me traes esta tontería.
Discutir con quien solo quiere imponer sus ideas... qué desperdicio. Parece que algunas criaturas nunca entenderán. Su ego es demasiado grande.
La ignorancia grita. La sabiduría calla. Tu paz vale más que ganar peleas sin sentido".
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Fábula: No discutas con los burros
El burro miró al tigre y dijo:
El tigre, sorprendido:
Se calentaron los ánimos. Decidieron buscar juicio. El león resolvería.
En el claro del bosque, antes de llegar bien al trono real, el burro ya gritaba: -"¡Su Alteza! ¿Verdad que la hierba es azul?".
El león lo miró.
El burro brincó de alegría. -"¡El tigre me contradice! Castíguelo, por favor".
El rey pareció pensarlo un momento.
El burro se fue saltando. Repetía sin cesar:
El tigre, algo confundido, miró al rey:
El león asintió:
El tigre parpadeó, perplejo:
El león se acomodó en su trono.
Discutir con quien solo quiere imponer sus ideas... qué desperdicio. Parece que algunas criaturas nunca entenderán. Su ego es demasiado grande.
La ignorancia grita. La sabiduría calla. Tu paz vale más que ganar peleas sin sentido".