Hace unos días, revisando mi vieja billetera digital, me encontré con unos bitcoins que había comprado por pura curiosidad cuando apenas costaban $30. Con el precio actual por encima de $100,000, ¡casi me da un infarto! Ahora bien, ¿cómo diablos transformo estos códigos digitales en dinero que pueda gastar?
He probado varias opciones y quiero compartir lo que he descubierto, sin filtros ni rodeos.
Intercambios de cripto: fáciles pero caros
Las grandes plataformas de intercambio son la opción obvia. Son rápidas y funcionan, pero vaya que te sacan un buen pellizco con sus comisiones. Además, cuando les envías tus criptos, básicamente les estás diciendo "cuídamelos por favor" y pierdes el control de tus monedas.
Para colmo, algunos intercambios tardan una eternidad en procesar los retiros. Una vez esperé tres días para recibir mi dinero. ¡Tres días! Como si viviera en 1995.
Rampas de salida: mi opción preferida
Las rampas como Ramp Network me han funcionado bastante bien. Solo tienes que registrarte una vez, y luego puedes sacar tu dinero directamente a tu banco o incluso a Google Pay. Lo mejor es que nunca tienen control de tus tokens, lo cual me da más tranquilidad.
Eso sí, algunas veces los límites de retiro me han fastidiado cuando he querido mover cantidades más grandes.
P2P: para valientes o desesperados
¿Comerciar directamente con desconocidos? Probé una vez y casi me estafan. Aunque los servicios como LocalCoinSwap tienen sistemas de custodia, siempre existe ese momento tenso donde tienes que confiar en que el otro te enviará el dinero.
Además, los compradores suelen ofrecer precios bastante por debajo del mercado. ¿Perder un 4% de mi cripto por comodidad? No, gracias.
Cajeros automáticos: cómodos pero carísimos
Son geniales cuando los encuentras, pero escasean y te cobran comisiones brutales. Una vez convertí algo de BTC en uno y perdí casi un 8% en comisiones. Un robo a plena luz del día.
Tarjetas de débito cripto: gastando sin convertir
Tengo una de estas tarjetas y la uso para compras diarias. Es bastante práctico no tener que convertir primero a euros. Simplemente pagas y automáticamente se convierte. Pero ojo, las comisiones ocultas acaban sumando.
La verdad incómoda
La industria cripto presume de descentralización, pero cuando quieres salir al mundo real, siempre aparece un intermediario con la mano extendida. Los bancos al menos son sinceros con sus comisiones.
En mi experiencia, las rampas son la mejor opción para cantidades moderadas, mientras que para grandes sumas, aguantar las comisiones de un intercambio establecido puede ser lo más seguro. Pero francamente, ninguna opción es perfecta.
Y tened cuidado, porque en este mundo cripto cada uno va a lo suyo. Nadie te va a cuidar tu dinero mejor que tú mismo.
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¿Cómo convertir mis criptomonedas en dinero real? Mi experiencia personal
Hace unos días, revisando mi vieja billetera digital, me encontré con unos bitcoins que había comprado por pura curiosidad cuando apenas costaban $30. Con el precio actual por encima de $100,000, ¡casi me da un infarto! Ahora bien, ¿cómo diablos transformo estos códigos digitales en dinero que pueda gastar?
He probado varias opciones y quiero compartir lo que he descubierto, sin filtros ni rodeos.
Intercambios de cripto: fáciles pero caros
Las grandes plataformas de intercambio son la opción obvia. Son rápidas y funcionan, pero vaya que te sacan un buen pellizco con sus comisiones. Además, cuando les envías tus criptos, básicamente les estás diciendo "cuídamelos por favor" y pierdes el control de tus monedas.
Para colmo, algunos intercambios tardan una eternidad en procesar los retiros. Una vez esperé tres días para recibir mi dinero. ¡Tres días! Como si viviera en 1995.
Rampas de salida: mi opción preferida
Las rampas como Ramp Network me han funcionado bastante bien. Solo tienes que registrarte una vez, y luego puedes sacar tu dinero directamente a tu banco o incluso a Google Pay. Lo mejor es que nunca tienen control de tus tokens, lo cual me da más tranquilidad.
Eso sí, algunas veces los límites de retiro me han fastidiado cuando he querido mover cantidades más grandes.
P2P: para valientes o desesperados
¿Comerciar directamente con desconocidos? Probé una vez y casi me estafan. Aunque los servicios como LocalCoinSwap tienen sistemas de custodia, siempre existe ese momento tenso donde tienes que confiar en que el otro te enviará el dinero.
Además, los compradores suelen ofrecer precios bastante por debajo del mercado. ¿Perder un 4% de mi cripto por comodidad? No, gracias.
Cajeros automáticos: cómodos pero carísimos
Son geniales cuando los encuentras, pero escasean y te cobran comisiones brutales. Una vez convertí algo de BTC en uno y perdí casi un 8% en comisiones. Un robo a plena luz del día.
Tarjetas de débito cripto: gastando sin convertir
Tengo una de estas tarjetas y la uso para compras diarias. Es bastante práctico no tener que convertir primero a euros. Simplemente pagas y automáticamente se convierte. Pero ojo, las comisiones ocultas acaban sumando.
La verdad incómoda
La industria cripto presume de descentralización, pero cuando quieres salir al mundo real, siempre aparece un intermediario con la mano extendida. Los bancos al menos son sinceros con sus comisiones.
En mi experiencia, las rampas son la mejor opción para cantidades moderadas, mientras que para grandes sumas, aguantar las comisiones de un intercambio establecido puede ser lo más seguro. Pero francamente, ninguna opción es perfecta.
Y tened cuidado, porque en este mundo cripto cada uno va a lo suyo. Nadie te va a cuidar tu dinero mejor que tú mismo.