Entre el arte de "ir largo" y la valentía de "ir corto"

¡Vaya! Siempre me fascina cómo mucha gente habla de posiciones largas y cortas sin realmente entender lo que implican. Os cuento desde mi experiencia personal, porque he estado en ambos lados y he sentido el sudor frío de ambas estrategias.

Cuando vas largo, estás básicamente apostando que algo va a subir. Es como cuando compré mi primer Bitcoin a 18.000€ pensando "esto se va a la luna". Compras esperando vender más caro después. Simple, ¿verdad? Pero qué angustia cuando ves el precio caer y te preguntas si debiste haber vendido antes.

Por otro lado, ir corto... ¡madre mía! Es para valientes (o locos como yo). Aquí pides prestado algo que no tienes, lo vendes, y rezas para que baje de precio para poder recomprarlo más barato. Es como apostar contra el mercado. Recuerdo cuando abrí una posición corta en ETH pensando que caería, y terminó subiendo un 15% en dos días. ¡Menudo susto!

Los riesgos son brutalmente diferentes: • En largo: como máximo pierdes lo que invertiste. Una putada, pero tiene límite. • En corto: puedes perder MUCHO más de lo que pensabas. El cielo es el límite para tus pérdidas.

La última vez que el mercado hizo un short squeeze, vi a traders perder sus ahorros de años en cuestión de horas. No todos están preparados psicológicamente para esto.

Y un consejo personal: nunca, JAMÁS, abras posiciones cortas en un mercado alcista fuerte. Es como intentar parar un tren con las manos.

La gente habla de estas estrategias como si fueran simples herramientas, pero son armas de doble filo que pueden hacerte rico o arruinarte dependiendo de cómo las uses y cuándo.