El enigma de Satoshi: El fantasma multimillonario detrás de Bitcoin

Satoshi Nakamoto, ese nombre que todos repetimos pero que nadie conoce realmente. ¿Un genio solitario? ¿Un colectivo secreto? ¿Un extraterrestre? Quién sabe. Lo único cierto es que creó Bitcoin y luego se esfumó como quien no quiere la cosa, dejándonos a todos con la boca abierta y miles de teorías conspirativas.

Apareció de la nada en 2008 lanzando su famoso documento "Bitcoin: Un Sistema de Efectivo Electrónico Peer-to-Peer". Trabajó en el proyecto hasta 2010 y después... ¡puf! Desapareció. Menudo teatro montó. Mientras tanto, ahí sigue su fortuna: más de un millón de BTC que hoy valen una barbaridad. ¡Y ni los ha tocado! ¿Quién demonios se resiste a gastar semejante fortuna? Solo alguien que o está muerto, o es un mártir ideológico, o simplemente perdió las claves (¡vaya cagada sería esa!).

Las teorías sobre su identidad me dan risa y rabia a partes iguales. Unos dicen que es Nick Szabo, el tipo que creó "bit gold". Otros apuntan a Hal Finney, que ya falleció así que no puede defenderse. También está el pobre Dorian Nakamoto, un japonés-americano al que Newsweek señaló y dejó en ridículo. Y no olvidemos al australiano Craig Wright, ese que va por ahí diciendo "yo soy Satoshi", pero cuando le piden pruebas se hace el loco.

Lo más irónico es que mientras especulamos sobre quién es este fantasma, su creación ha transformado las finanzas mundiales y ahora vale más de 119.000 dólares por unidad. Bitcoin sigue ahí, imparable, mientras su creador observa desde las sombras... o desde el más allá.

¿Será algún día revelada su verdadera identidad? Parte de mí desea que no, que siga siendo el misterio perfecto en un mundo donde todo se sabe. Es como el final de una buena película que nunca llega.

Y así, cada vez que el precio de BTC sube, en algún lugar del mundo, alguien mira al cielo y susurra: "Gracias, Satoshi, quienquiera que seas".