¡Qué irónico! Mientras muchos soñamos con mansiones y coches de lujo, ha nacido un término que me parte de risa: "Nillonario". Y sí, probablemente sea yo. Se trata de esos que no tenemos ni un centavo en el bolsillo... ¡o peor aún, números rojos por todos lados!
Del lujo a la miseria
¿Sabes qué me jode? Que mientras algunos acumulan millones de euros o dólares a espuertas, yo me pregunto si podré pagar el alquiler este mes. Estos "afortunados" presumen de sus cuentas bancarias mientras el resto nos conformamos con ver pasar los ceros... pero en nuestra deuda.
Mi vida de nillonario
Os cuento mi día a día: angustia por el recibo de la luz, miedo al extracto bancario y esa sensación de vacío al mirar la cartera. Con estos precios disparados, cada vez somos más los que pertenecemos a este "exclusivo" club que nadie quiere visitar.
¿Hay esperanza?
Vale, no todo es negativo. Dicen que tocar fondo es el primer paso para rebotar. He visto gente que empezó con menos que yo y ahora vive como reyes. Aunque, seamos sinceros, ¿cuántos lo consiguen realmente? Las historias de éxito siempre obvian el privilegio y la suerte.
¿Cómo escapo de esta mierda?
Supuestamente, es posible. Administrar gastos, invertir con cabeza... pero con qué dinero, pregunto yo. Estas recetas mágicas suenan bien, pero cuando apenas llegas a fin de mes, ¿de dónde sacas para invertir? Quizá lo único que tenemos los nillonarios es la capacidad de soñar sin coste.
La verdad incómoda es que mientras el sistema esté montado para los que ya tienen, muchos seguiremos en este lado del tablero, contando monedas mientras otros cuentan millones.
Aviso: Estas son mis frustraciones personales. No intentes hacer lo mismo que yo, que soy un desastre con las finanzas. Las opiniones aquí expresadas pueden ser absurdas o brillantes, depende de tu propia cuenta bancaria.
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¿Millonario yo? Mi burla personal a ese mundo dorado🤑😒
¡Qué irónico! Mientras muchos soñamos con mansiones y coches de lujo, ha nacido un término que me parte de risa: "Nillonario". Y sí, probablemente sea yo. Se trata de esos que no tenemos ni un centavo en el bolsillo... ¡o peor aún, números rojos por todos lados!
Del lujo a la miseria
¿Sabes qué me jode? Que mientras algunos acumulan millones de euros o dólares a espuertas, yo me pregunto si podré pagar el alquiler este mes. Estos "afortunados" presumen de sus cuentas bancarias mientras el resto nos conformamos con ver pasar los ceros... pero en nuestra deuda.
Mi vida de nillonario
Os cuento mi día a día: angustia por el recibo de la luz, miedo al extracto bancario y esa sensación de vacío al mirar la cartera. Con estos precios disparados, cada vez somos más los que pertenecemos a este "exclusivo" club que nadie quiere visitar.
¿Hay esperanza?
Vale, no todo es negativo. Dicen que tocar fondo es el primer paso para rebotar. He visto gente que empezó con menos que yo y ahora vive como reyes. Aunque, seamos sinceros, ¿cuántos lo consiguen realmente? Las historias de éxito siempre obvian el privilegio y la suerte.
¿Cómo escapo de esta mierda?
Supuestamente, es posible. Administrar gastos, invertir con cabeza... pero con qué dinero, pregunto yo. Estas recetas mágicas suenan bien, pero cuando apenas llegas a fin de mes, ¿de dónde sacas para invertir? Quizá lo único que tenemos los nillonarios es la capacidad de soñar sin coste.
La verdad incómoda es que mientras el sistema esté montado para los que ya tienen, muchos seguiremos en este lado del tablero, contando monedas mientras otros cuentan millones.
Aviso: Estas son mis frustraciones personales. No intentes hacer lo mismo que yo, que soy un desastre con las finanzas. Las opiniones aquí expresadas pueden ser absurdas o brillantes, depende de tu propia cuenta bancaria.