¡Vaya! Hoy quiero hablarles de algo que me toca muy de cerca. Como alguien que ha pasado por el infierno de la traición, he aprendido a detectar esas señales que gritan a voces que algo no va bien en la relación.
Cuando una mujer te engaña, deja rastros... y yo he aprendido a reconocerlos con el dolor de mi propia experiencia. No quiero que paséis por lo mismo sin estar alerta.
La ducha inmediata al llegar a casa... ¿os suena? Claro, necesita borrar cualquier evidencia física de su encuentro. El olor de otro hombre no puede permanecer cuando esté contigo.
Y ese interés repentino y excesivo... ¡menuda farsa! La culpa las hace actuar así. Te colman de atenciones para calmar su conciencia mientras siguen viéndose con otro.
¿Has notado que de pronto le importa demasiado su aspecto? Querido, ese maquillaje y esa ropa nueva no son para ti. Las mujeres no se arreglan para quien ya tienen, sino para quien quieren conquistar.
El móvil... ¡madre mía! Si se lo lleva hasta al baño y salta cuando intentas tocarlo, ahí tienes una bandera roja gigante. Lo protege como si guardara secretos de Estado... y vaya si los guarda.
En la cama, si de repente no hay deseo, ya sabes por dónde van los tiros. El cuerpo no miente y si su pasión se ha apagado contigo es porque arde con otro.
Y esos gastos inexplicables... bolsos caros, ropa de marca que antes no podía permitirse. Alguien está financiando su nueva vida, y no eres tú.
Las excusas para no llegar a casa son la puntilla final. "Tengo que trabajar hasta tarde" se ha convertido en el clásico de las infieles. ¡Por favor! ¿De verdad hay tanto trabajo todos los días?
Ojalá ninguna mujer que te importe muestre estas señales. La traición destruye desde dentro y cuando la descubres, ya es demasiado tarde para salvar lo que teníais.
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Las Pistas Ocultas de la Infidelidad Femenina
¡Vaya! Hoy quiero hablarles de algo que me toca muy de cerca. Como alguien que ha pasado por el infierno de la traición, he aprendido a detectar esas señales que gritan a voces que algo no va bien en la relación.
Cuando una mujer te engaña, deja rastros... y yo he aprendido a reconocerlos con el dolor de mi propia experiencia. No quiero que paséis por lo mismo sin estar alerta.
La ducha inmediata al llegar a casa... ¿os suena? Claro, necesita borrar cualquier evidencia física de su encuentro. El olor de otro hombre no puede permanecer cuando esté contigo.
Y ese interés repentino y excesivo... ¡menuda farsa! La culpa las hace actuar así. Te colman de atenciones para calmar su conciencia mientras siguen viéndose con otro.
¿Has notado que de pronto le importa demasiado su aspecto? Querido, ese maquillaje y esa ropa nueva no son para ti. Las mujeres no se arreglan para quien ya tienen, sino para quien quieren conquistar.
El móvil... ¡madre mía! Si se lo lleva hasta al baño y salta cuando intentas tocarlo, ahí tienes una bandera roja gigante. Lo protege como si guardara secretos de Estado... y vaya si los guarda.
En la cama, si de repente no hay deseo, ya sabes por dónde van los tiros. El cuerpo no miente y si su pasión se ha apagado contigo es porque arde con otro.
Y esos gastos inexplicables... bolsos caros, ropa de marca que antes no podía permitirse. Alguien está financiando su nueva vida, y no eres tú.
Las excusas para no llegar a casa son la puntilla final. "Tengo que trabajar hasta tarde" se ha convertido en el clásico de las infieles. ¡Por favor! ¿De verdad hay tanto trabajo todos los días?
Ojalá ninguna mujer que te importe muestre estas señales. La traición destruye desde dentro y cuando la descubres, ya es demasiado tarde para salvar lo que teníais.