¡Vaya! El dólar gringo, ese papel verde que todos deseamos. Lo conocemos por su famoso símbolo $, o como dicen los pijos, USD. Y sí, es LA moneda del mundo mundial, aunque me joda reconocerlo.

Desde mi punto de vista como latinoamericano, es frustrante ver cómo esta divisa controla nuestras economías. Cuando el dólar estornuda, nosotros pillamos una pulmonía. ¿Y quién manda sobre esta moneda todopoderosa? Pues la dichosa Reserva Federal yanqui, que juega con la economía global como si fuera su patio trasero.

Me da rabia pensar que varios países han renunciado a su soberanía monetaria adoptando directamente el billete verde. ¡Vendidos! Y otros tantos, aunque aparenten independencia, tienen sus monedas atadas al dólar como perros con correa.

Lo peor es cómo algunos mercados "descentralizados" de criptomonedas siguen valorando todo en función de esta reliquia del imperialismo. Bitcoin sube, baja... ¿respecto a qué? Al puñetero dólar, claro.

El control que ejerce esta moneda en el comercio internacional es abrumador y, seamos sinceros, bastante injusto para el resto del mundo. Nos venden la idea de un mercado libre mientras una sola nación tiene el privilegio de imprimir la divisa que todos necesitamos.

¿Y qué hacemos los demás? Pues acumular dólares como si fueran oro, perpetuando este sistema desequilibrado que beneficia principalmente a un solo país. Es un círculo vicioso del que parece imposible escapar.