¿Qué es una máquina virtual (VM)?

Aspectos clave

• Las máquinas virtuales te dejan usar diferentes sistemas operativos en un mismo dispositivo. Sin cables extra.

• Son geniales para probar software nuevo sin riesgos. O experimentar con otros sistemas.

• La Ethereum Virtual Machine (EVM) hace posible que contratos inteligentes funcionen en miles de computadoras a la vez. Fascinante.

• Las VM dan flexibilidad. Pero tienen un precio. Rendimiento más lento, recursos extras, cierta complejidad.

Introducción

¿Te imaginas ejecutar Windows en tu Mac? ¿O jugar con Linux sin cambiar nada en tu computadora actual? Las VM hacen esto posible. Crean burbujas aisladas donde otros sistemas viven tranquilamente. Y en el mundo blockchain, son la base invisible de los contratos inteligentes y aplicaciones descentralizadas.

¿Qué es una VM?

Es como tener una computadora fantasma. La creas con unos clics. No necesitas comprar nada físico. Puedes instalar programas, guardar archivos, navegar por internet... todo dentro de tu máquina real, la anfitriona.

Tu computadora hace el trabajo duro. Presta su cerebro, memoria y espacio para que la VM funcione. Muy útil cuando necesitas usar programas que solo existen en otros sistemas.

¿Cómo funcionan realmente?

Entre sombras trabaja el hipervisor. Este software mágico agarra los recursos de tu máquina y los reparte. CPU, RAM, almacenamiento... todo dividido para que varias VM puedan existir a la vez.

Hay dos sabores principales:

• Tipo 1 (Bare-metal): viven directamente sobre el hardware. Les encantan los centros de datos. Son rápidos y eficientes.

• Tipo 2 (Hosted): se instalan como cualquier aplicación normal. Perfectos para experimentar.

Enciendes tu VM y... ¡voilà! Una computadora dentro de otra computadora.

¿Por qué alguien querría usar esto?

1. Para probar sistemas nuevos

Parece que siempre hay un nuevo sistema operativo brillante en el horizonte. Con una VM, pruebas sin miedo. Si no te gusta, la borras y listo.

2. Para jugar con software peligroso

¿Un archivo sospechoso? ¿Una aplicación dudosa? La VM es como una jaula de seguridad. Si algo explota, tu computadora real sigue intacta.

3. Para usar programas antiguos

A veces necesitas ese programa viejo que solo funciona en Windows XP. La VM te permite viajar al pasado tecnológico.

4. Para desarrolladores inquietos

Crear código y probarlo en diferentes sistemas sin tener diez computadoras? Las VM lo hacen posible.

5. Para alimentar la nube

AWS, Azure, Google Cloud... todos usan VM. Cuando lanzas algo "en la nube", realmente está en una VM en algún rincón digital del planeta.

VM en el mundo blockchain

Las VM de blockchain son diferentes. No son solo entornos aislados. Son motores que ejecutan contratos inteligentes. La EVM permite que los desarrolladores escriban contratos en lenguajes como Solidity. Luego, cada nodo de la red sigue las mismas reglas.

Cada blockchain tiene su propia filosofía. NEAR y Cosmos usan VM basadas en WebAssembly. Sui prefiere MoveVM con su lenguaje Move. Solana tiene algo propio, una especie de SVM que procesa transacciones en paralelo. Distintos caminos para llegar a destinos similares.

VM en tu vida diaria crypto

No las ves, pero están ahí. Cada vez que usas una dApp.

• Intercambias tokens en Uniswap? Una VM está procesando esa operación.

• Compras un NFT? Una VM registra quién es el dueño. Como un notario digital incansable.

• Usas una Capa 2? Probablemente hay una zkEVM trabajando, haciendo magia con pruebas de conocimiento cero.

No todo es color de rosa

1. Son más lentas. Añaden una capa extra entre hardware y software. Es como hablar a través de un traductor. El mensaje llega, pero tarda más.

2. Son complejas. Mantenerlas requiere conocimiento. A veces demasiado.

3. No siempre se llevan bien entre ellas. El código para una VM de Ethereum no funciona en Solana. Los desarrolladores deben reescribir todo. Un fastidio, parece.

Para terminar

Las VM son parte invisible de nuestra vida digital. Nos dejan usar diferentes sistemas, probar software sin miedo y aprovechar mejor el hardware.

En blockchain, son el corazón palpitante de los contratos inteligentes y las dApps. Incluso si no te importa cómo funcionan, están ahí, trabajando en silencio mientras intercambias tokens o compras NFTs.