China lanza una investigación antidumping sobre los chips analógicos de EE. UU. en medio de la creciente guerra tecnológica.

El Ministerio de Comercio de China ha iniciado una investigación antidumping dirigida a los circuitos integrados analógicos estadounidenses, alegando prácticas de precios desleales por parte de los fabricantes estadounidenses.

Simultáneamente, Pekín lanzó una segunda investigación que examina lo que describe como acciones discriminatorias de EE. UU. contra las empresas chinas de semiconductores.

Las investigaciones se anunciaron justo antes de que los funcionarios comerciales chinos y estadounidenses estuvieran programados para reunirse en Madrid, España. Según las autoridades chinas, el momento se debe a quejas de fabricantes de chips nacionales que afirman "daños materiales" causados por exportadores estadounidenses.

Los circuitos integrados analógicos—el enfoque de la investigación principal—son componentes esenciales en la electrónica, automóviles, equipos de telecomunicaciones y sistemas industriales. Estos chips especializados convierten señales del mundo real como sonido, luz y temperatura en datos digitales que pueden ser procesados por dispositivos electrónicos.

El Ministerio declaró que la investigación durará un año, con posibles extensiones si es necesario. "Esta investigación determinará si hubo dumping y qué tan mal afectó a los productores locales," según la declaración oficial.

Los funcionarios chinos confirmaron que tanto los exportadores de EE. UU. como los importadores chinos tendrán oportunidades de presentar pruebas y proporcionar comentarios durante el proceso de investigación.

EE. UU. Amplía las restricciones a las empresas chinas vinculadas a SMIC

Justo antes del anuncio de China, Estados Unidos intensificó sus propias restricciones al agregar 32 nuevas entidades, principalmente empresas chinas, a su lista negra comercial. Entre estas adiciones estaban GMC Semiconductor Technology (Wuxi) Co y Jicun Semiconductor Technology, que el Departamento de Comercio de EE. UU. afirma adquirió equipos de fabricación de chips estadounidenses en nombre de SMIC Northern Integrated Circuit Manufacturing (Beijing) Corp y Semiconductor Manufacturing International (Beijing) Corporation.

Ambas unidades de SMIC fueron anteriormente incluidas en la lista negra. Según las regulaciones actuales, cualquier venta de equipos de fabricación de chips a estas entidades requiere aprobación de licencia explícita, siendo probable que las solicitudes enfrenten denegación. El aviso en el Registro Federal citó preocupaciones de seguridad nacional y las iniciativas de independencia tecnológica de China como factores clave detrás de la decisión.

La empresa Shanghai Fudan Microelectronics Technology Co y varias organizaciones afiliadas en Singapur, Taiwán y en toda China también fueron añadidas a la Lista de Entidades.

El Departamento de Comercio alegó que estos grupos estaban obteniendo tecnología de origen estadounidense "en apoyo a la modernización militar de China" y para uso de "las fuerzas armadas, el gobierno y los servicios de seguridad."

Los funcionarios de EE. UU. acusaron además a Fudan Microelectronics de suministrar tecnología a usuarios militares rusos, lo que resultó en restricciones adicionales más allá de las designaciones estándar de la Lista de Entidades.

Impacto Global de las Restricciones al Comercio de Semiconductores

Las adiciones del viernes a la lista negra comercial de EE. UU. se extendieron más allá de las empresas chinas, apuntando también a firmas en India, Irán, Turquía y los Emiratos Árabes Unidos. Aunque no se detallaron ampliamente los aspectos específicos sobre las entidades no chinas, la mayor parte de las adiciones—23 de un total de 32—fueron organizaciones con sede en China.

Esta escalada ocurre en medio de crecientes tensiones geopolíticas por el control de las cadenas de suministro global de semiconductores. Mientras EE. UU. continúa implementando barreras al acceso de China a herramientas avanzadas de fabricación de chips citando riesgos de seguridad, Pekín responde con regulaciones más estrictas y un desarrollo acelerado de su industria de semiconductores nacional.

Las implicaciones del mercado son sustanciales para los fabricantes de semiconductores en todo el mundo. China representa uno de los mercados de semiconductores más grandes a nivel mundial, y las investigaciones comerciales prolongadas podrían afectar significativamente las estrategias de precios, los acuerdos de licencia y los contratos de suministro a largo plazo entre los productores estadounidenses y los clientes chinos.

El mercado de circuitos integrados analógicos tiene una importancia estratégica particular, ya que estos componentes proporcionan capacidades de detección del mundo real esenciales para aplicaciones que van desde la electrónica de consumo hasta los sistemas militares. Este valor estratégico explica por qué ambas naciones están cada vez más enfocadas en las cadenas de suministro de semiconductores del otro.

Con Beijing alegando un trato injusto a sus empresas nacionales y Washington reclamando transferencias de tecnología no autorizadas, la confrontación tecnológica ha evolucionado hacia una compleja batalla regulatoria con implicaciones significativas para las cadenas de suministro de electrónica globales y los mercados tecnológicos.

La dinámica cíclica de la industria de semiconductores hace que este momento sea especialmente desafiante, ya que los datos del mercado de ETF industriales líderes como SOXX y SMH indican que el sector estaba mostrando signos de estabilización después de la volatilidad anterior. Los analistas de la industria señalan que, aunque los líderes del mercado en chips de IA han mantenido trayectorias de crecimiento sólidas, las empresas centradas en semiconductores analógicos e IoT enfrentan incertidumbre adicional debido a estas crecientes tensiones comerciales.