El Euro (EUR) está experimentando un leve aumento frente al Dólar (USD) estadounidense el miércoles, ya que el Billete Verde perdió impulso tras los inesperadamente débiles datos del Índice de Precios al Productor (PPI) de EE. UU. Este desarrollo ha fortalecido las expectativas del mercado sobre un posible ajuste de tasas por parte de la Reserva Federal (Fed) en su próxima reunión.
A partir de la última actualización, el par EUR/USD se encuentra alrededor de 1.1710, habiendo tocado brevemente su punto más alto desde finales de julio el martes. Concurrentemente, el Índice del Dólar Estadounidense (DXY), que mide la fortaleza del Dólar frente a una cesta de principales monedas, muestra una leve disminución, cotizando cerca de 97.70.
El informe del PPI de agosto reveló una tendencia de enfriamiento en las presiones de precios mayoristas. La cifra principal mostró una disminución del 0.1% en comparación con el mes anterior, significativamente por debajo del aumento anticipado del 0.3%. Además, los datos de julio fueron revisados a la baja. Interanualmente, la inflación general se desaceleró al 2.6%, una notable caída respecto a las proyecciones anteriores. El PPI básico, excluyendo los componentes volátiles de alimentos y energía, también registró una disminución mensual del 0.1%, con la tasa anual disminuyendo al 2.8%. Si bien estas lecturas más suaves de lo esperado han fortalecido el caso para un ajuste de la política monetaria, los analistas advierten que los datos pueden no justificar un cambio drástico en el enfoque.
El enfoque del mercado ahora se desplaza hacia los eventos cruciales del jueves: la publicación del Índice de Precios al Consumidor de EE. UU. (CPI) y el anuncio de política monetaria del Banco Central Europeo (ECB). Los datos del IPC servirán como un indicador crítico de inflación antes de la inminente reunión de la Fed, mientras que se espera que el BCE mantenga en gran medida las tasas actuales tras varias reducciones a principios de año que llevaron la tasa de depósito al 2.0%. Con la inflación de la zona euro acercándose al objetivo del 2% y las presiones salariales mostrando signos de alivio, se anticipa que los responsables de políticas señalarán que el ciclo de relajación puede estar cerca de su conclusión.
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El Euro (EUR) está experimentando un leve aumento frente al Dólar (USD) estadounidense el miércoles, ya que el Billete Verde perdió impulso tras los inesperadamente débiles datos del Índice de Precios al Productor (PPI) de EE. UU. Este desarrollo ha fortalecido las expectativas del mercado sobre un posible ajuste de tasas por parte de la Reserva Federal (Fed) en su próxima reunión.
A partir de la última actualización, el par EUR/USD se encuentra alrededor de 1.1710, habiendo tocado brevemente su punto más alto desde finales de julio el martes. Concurrentemente, el Índice del Dólar Estadounidense (DXY), que mide la fortaleza del Dólar frente a una cesta de principales monedas, muestra una leve disminución, cotizando cerca de 97.70.
El informe del PPI de agosto reveló una tendencia de enfriamiento en las presiones de precios mayoristas. La cifra principal mostró una disminución del 0.1% en comparación con el mes anterior, significativamente por debajo del aumento anticipado del 0.3%. Además, los datos de julio fueron revisados a la baja. Interanualmente, la inflación general se desaceleró al 2.6%, una notable caída respecto a las proyecciones anteriores. El PPI básico, excluyendo los componentes volátiles de alimentos y energía, también registró una disminución mensual del 0.1%, con la tasa anual disminuyendo al 2.8%. Si bien estas lecturas más suaves de lo esperado han fortalecido el caso para un ajuste de la política monetaria, los analistas advierten que los datos pueden no justificar un cambio drástico en el enfoque.
El enfoque del mercado ahora se desplaza hacia los eventos cruciales del jueves: la publicación del Índice de Precios al Consumidor de EE. UU. (CPI) y el anuncio de política monetaria del Banco Central Europeo (ECB). Los datos del IPC servirán como un indicador crítico de inflación antes de la inminente reunión de la Fed, mientras que se espera que el BCE mantenga en gran medida las tasas actuales tras varias reducciones a principios de año que llevaron la tasa de depósito al 2.0%. Con la inflación de la zona euro acercándose al objetivo del 2% y las presiones salariales mostrando signos de alivio, se anticipa que los responsables de políticas señalarán que el ciclo de relajación puede estar cerca de su conclusión.