¿Qué puedo decirles? Otra vez los gringos con sus numeritos al alza tras ese informe de nómina no agrícola. Como si a nosotros nos importara mientras nuestros sueldos siguen congelados.
Estuve mirando los datos y los tres principales índices de Wall Street - ya saben, ese circo de ricos - subieron sin motivo aparente. ¡Qué novedad! Mientras tanto, el oro al contado sigue su tendencia alcista hasta los $3.580 por onza, con un aumento diario del 1.05%. La plata también supera los $41 por onza, subiendo un 0.86%.
¿Y a quién beneficia esto realmente? No a nosotros, desde luego. El mercado parece drogado con estos datos de empleo manipulados. Cualquier día la burbuja explota y veremos quién se ríe entonces.
Esto me recuerda cuando invertí en acciones tecnológicas el año pasado. Compré en máximos y vendí en mínimos, como siempre hago. Mientras los fondos de inversión siguen forrándose, nosotros mirando cómo suben los precios del supermercado.
La verdad es que todo esto son fuegos artificiales. Los metales preciosos subiendo mientras la economía real se desmorona. ¿Coincidencia? No lo creo. Algunos sabemos lo que está pasando entre bambalinas...
La próxima vez que alguien les diga que inviertan en bolsa, piénsenlo dos veces. Estos mercados están más manipulados que las elecciones en una república bananera.
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¡Maldita sea! Los índices yanquis suben mientras los políticos siguen jugando
¿Qué puedo decirles? Otra vez los gringos con sus numeritos al alza tras ese informe de nómina no agrícola. Como si a nosotros nos importara mientras nuestros sueldos siguen congelados.
Estuve mirando los datos y los tres principales índices de Wall Street - ya saben, ese circo de ricos - subieron sin motivo aparente. ¡Qué novedad! Mientras tanto, el oro al contado sigue su tendencia alcista hasta los $3.580 por onza, con un aumento diario del 1.05%. La plata también supera los $41 por onza, subiendo un 0.86%.
¿Y a quién beneficia esto realmente? No a nosotros, desde luego. El mercado parece drogado con estos datos de empleo manipulados. Cualquier día la burbuja explota y veremos quién se ríe entonces.
Esto me recuerda cuando invertí en acciones tecnológicas el año pasado. Compré en máximos y vendí en mínimos, como siempre hago. Mientras los fondos de inversión siguen forrándose, nosotros mirando cómo suben los precios del supermercado.
La verdad es que todo esto son fuegos artificiales. Los metales preciosos subiendo mientras la economía real se desmorona. ¿Coincidencia? No lo creo. Algunos sabemos lo que está pasando entre bambalinas...
La próxima vez que alguien les diga que inviertan en bolsa, piénsenlo dos veces. Estos mercados están más manipulados que las elecciones en una república bananera.